La piel grasa en el hombre es un arma de belleza masculina incomprendida. Es el tipo de piel más común por razones hormonales, es más gruesa y produce más sebo. Tiene sus ventajas e inconvenientes pero el mayor problema es que no recibe los cuidados básicos que necesita.
Es una piel que brilla por exceso de sebo, la sensación pringosa es desagradable y muchos hombres se limpian la cara con jabones agresivos. El resultado de este gesto de limpieza inadecuado es un confort pasajero, como un parche que no soluciona el verdadero problema. La piel se reseca, se deshidrata más y normalmente existe un efecto rebote. ¡Alerta máxima!
Limpieza: no vale cualquier exfoliante, debe estar formulado para aplicar en la cara y no agredirla.
Nunca nutrir: la piel grasa no necesita nutrición, huid de los cosméticos nutritivos. El resultado sería cantidad de nuevos granitos además de la sensación pegajosa en la piel.
Purificar: significa limpiar el exceso de sebo, reequilibrando el Ph de la piel. Lo conseguiréis con productos de limpieza purificantes (limpiador, tónico, exfoliante) y tratamientos faciales (sprays y geles purificantes).