En promedio, la piel masculina es alrededor del 20% más gruesa. Por lo que las glándulas sebáceas activas son mayores y los poros están más abiertos y en mayor cantidad.
La piel masculina produce el doble de sebo de manera que es más grasa y más brillante en la zona de la frente y de la nariz. En cambio es mas seca en la zona de las mejillas y de la barba, debido al desgaste del afeitado. Como resultado, su pH es inferior y es más propensa a presentar impurezas y acné.
Lo más importante es limpiar con agua tibia abundante y jabón sin alcohol para evitar que el acné aparezca o empeore. De esta forma tenemos una piel limpia, sin suciedad en la cara que tapone o engrande los granos.
También es importante no tocarlos o irritar la piel, es mejor limpiarla con golpecitos suaves presionando ligeramente sin frotarlos, puesto que moveríamos las bacterias de un punto a otro extendiéndolas por nuestro rostro.
El afeitado es una buena forma de limpiar nuestra piel puesto que logramos una limpieza facial profunda y purificamos nuestra piel de puntos negros.
Por otro lado, otro punto que puede fomentar la creación de granos y acné, es el enquistado del bello de la barba en las zonas mas complicadas como la barba, pecho o piernas.
Con la piel una vez tratada y limpia, creemos que estamos libres e inmunes. Pero es totalmente al contrario, una vez que la piel esta limpia es mas propensa ensuciarse o a ser atacada por todos los factores externos.