Los puntos negros son algunas de las antiestéticas imperfecciones que pueden aparecer en la piel. También conocidos como espinillas, son comedones abiertos, es decir poros abiertos obstruidos. Los poros, suelen obstruirse por un exceso de grasa, por células muertas y por la suciedad acumulada del día. Cuando el poro está obstruido, la grasa natural de la piel no puede fluir hasta la superficie creando una dureza que cuando entra en contacto con el aire, se oxida y por eso lo vemos del exterior de color oscuro.
Lava tu rostro dos veces al día. La limpieza por la mañana ayudan a retirar las impurezas acumuladas durante la noche, con lo que aportamos oxigenación, nutrición e hidratación al rostro.
Exfoliate regularmente. Hazlo con mayor frecuencia, como mínimo dos veces por semana.